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Psicosis agudas II - Cap 3 - Las psicosis afectivas monopolares según la escuela de Wernicke-Kleist-Leonhard - MNC Derito

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MNC Derito // Urgencias en Psiquiatría. Psicosis endógenas agudas ras encuentra su sustento en sus contrarias, las depresiones puras. Estas son mucho más frecuentes de ver. Así como la manía pura encontró su “antipolo” en la melancolía pura, también las euforias puras encuentran cada una su correspondiente “antipolo” en las depresiones puras. Estas formas podrían mezclarse en el polimorfismo de las psicosis cicloides como lo veremos más adelante, o bien puede aparecer algún síntoma aislado formando parte del complejo sintomático de la enfermedad maníaco-depresiva. Estas formas puras evolucionan en fases, las fases resultan ser siempre iguales a sí mismas en cuanto a sus síntomas y desarrollo en cada recaída, salvo los pocos casos que marchan hacia la cronicidad. Son formas estrictamente puras y monopolares. También se debe tener en cuenta que se encuentran afectados diferentes estratos afectivos, desde los más primitivos hasta los más evolucionados tal y como lo hemos visto en las depresiones puras. En este cuadro mostramos cada depresión pura y su contrapartida eufórica y los estratos afectivos afectados en cada caso, como ya lo hemos mencionado en las depresiones puras. Esta particularidad, creemos nosotros es la que emparenta cada forma con su oponente “antipolar” (Cuadro 6). Euforia improductiva En esta enfermedad el enfermo se encuentra en un estado de profundo bienestar y buen humor, el enfermo se siente tranquilo y contento. Leonhard lo define como un estado de “alegría simple”. Alegría vital: llamamos así a este síntoma dado que al referirse al mismo, nuestro autor entiende que el enfermo atraviesa por un estado de alegría inmotivada. Su bienestar no obedece a ningún motivo que esté relacionado con el entorno, es una satisfacción o júbilo que emanan de sí mismo, de su interior, sin justificarse en el mundo externo. Proviene de los estratos más profundos de los afectos, es un bienestar que se inscribe en la capa de los sentimientos corporales y vitales. Por eso nos pareció adecuado llamarla “alegría vital”. El enfermo se presenta a la observación con un rostro sonriente, bonachón, satisfecho, se muestran amistosos y Cuadro 6 Depresiones puras Euforias puras Estratos afectivos Depresión acuciante Euforia improductiva Sensoriales y vitales Depresión hipocondríaca Euforia hipocondríaca Sensoriales Depresión autotorturada Euforia exaltada Psíquicos o anímicos Depresión paranoide Euforia confabulatoria Psíquicos o anímicos Depresión fría Euforia fría Psíquicos y espirituales 126

ante la pregunta de cómo se sienten responden que están mejor que nunca. Tranquilidad motora: mientras la angustia vital se manifestaba con intensa inquietud y desasosiego, la alegría vital que sería su opuesto se expresa con tranquilidad motora, el enfermo está activo, pero displicente, aliviado, con regular tranquilidad, es una “alegría sin pretensiones”. Ideación deliroide expansiva: la alegría vital también trata de encontrar su motivo y en general lo acierta recurriendo a ideas acordes con el estado de ánimo plagado de optimismo. Lo expresan con ideas de realizar buenos negocios, de tipo erótico como contraer enlace con una persona importante, heredar riquezas, merecer un ascenso en el trabajo, etc. La carga afectiva que conllevan estas ideas no es tan importante como para generar en el paciente una convicción que lo impulse a una defensa exaltada de las mismas. Se puede tratar de traer al enfermo a la realidad, manifestándole la imposibilidad de los logros que se propone, en ese caso el enfermo puede seguir apegado a su idea, pero no la defiende y hasta puede tomarla en son de broma, similar al estilo “juguetón” con el que encaran los maníacos sus ideas de grandiosidad. Ideación deliroide altruista: otro tipo de idea que comúnmente explicitan los eufóricos improductivos son las de ideas de felicidad de tipo altruista. Ellos lograran la paz y la felicidad de los otros, tienen poder para ayudar a los enfermos, etc. Estas ideas también están laxamente ligadas al afecto que las genera, por lo que quedan en meras manifestaciones. En este caso hay dos diferencias dignas de tener en cuenta, primero es que estas mismas ideas aparecen en la euforia exaltada pero con una carga afectiva mucho mayor, fácil de distinguir. También aparecen con mayor carga afectiva en la psicosis de felicidad, la diferencia con las euforias radica en que en las psicosis cicloides aparecen en un contexto de síntomas más floridos y con el convencimiento de que el poder no es propio sino otorgado por un tercero poderoso del que es su instrumento. En el caso de ambas euforia, las diferencia la carga afectiva pero la sensación subjetiva de fuerza propia hace que esta capacidad sea sentida como proveniente de sí mismo, no siendo instrumento de nadie, no olvidemos que a diferencia de las psicosis cicloides en las que se esconde y oscila un fondo depresivo, las euforias puras, son así: puras, por lo tanto ninguna desvalorización puede esconderse detrás de ellas. Improductividad: como lo hemos expresado antes, las ideas están escasamente cargadas de afecto, por ello es que quedan en los mismos temas y en general no empujan a la acción. El enfermo parece quedar satisfecho con enunciarlas sin actuarlas. Objetivamente se observa una persona de muy buen humor, con sensación de bienestar, pero improductiva en cuanto a la capacidad de llevar a la práctica hechos concretos. Insignificancia del impulso: las ideas escasamente se traducen en hechos, estos enfermos, satisfechos y felices, no están exaltados, se encuentran tranquilos, no se expresan con logorrea y su expansividad se reduce al discurso pero no en el terreno de la acción. Pueden iniciar alguna tarea acorde con sus ideas, como ayudar a otros enfermos, limpiar u ordenar el servicio, ayudar a los minusválidos en la calle, nada llamativo ni molesto, pero fuera del contexto de su comportamiento habitual. 127

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