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Psicosis cicloides. Psicosis agudas de buen pronóstico

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El autor de la denominación “psicosis cicloides” fue Karl Leonhard quien, siguiendo la línea teórica de Wernicke y Kleist, describió un conjunto de cuadros no esquizofrénicos y no maníaco-depresivos, cuya sintomatología pasamos a detallar. Asimismo, realizaremos una articulación clínica y nosológica de dichas psicosis con los principales sistemas clasificatorios actuales (DSM y CIE) a fin de proponer un adecuado manejo farmacológico de estas psicosis agudas de buen pronóstico.

Psicosis cicloides. Psicosis agudas de buen

Capítulo 5 Psicosis cicloides: psicosis agudas de buen pronóstico Federico Rebok El autor de la denominación “psicosis cicloides” fue Karl Leonhard quien, siguiendo la línea teórica de Wernicke y Kleist, describió un conjunto de cuadros no esquizofrénicos y no maníaco-depresivos, cuya sintomatología pasamos a detallar. Asimismo, realizaremos una articulación clínica y nosológica de dichas psicosis con los principales sistemas clasificatorios actuales (DSM y CIE) a fin de proponer un adecuado manejo farmacológico de estas psicosis agudas de buen pronóstico. Psicosis de angustia-felicidad La psicosis de angustia-felicidad ya había sido descripta por WERNICKE bajo dos formas separadas: a) Psicosis de angustia; b) Autopsicosis expansiva con ideas autóctonas. En KLEIST ambas entidades quedaron incluidas en las Psicosis Marginales Paranoides (paranoiden Randpsychosen) y en la Psicosis de Revelación (Eingehungpsychose), respectivamente. La psicosis de angustia constituye el polo de más frecuente presentación. La angustia paranoide es el síntoma cardinal que caracteriza el cuadro. El paciente, angustiado, piensa que “vendrán a matarlo”, que será asesinado o torturado, o que su familia se encuentra en peligro o correrá su misma suerte. Dice Leonhard que el temor interno se fundamenta en los acontecimientos del entorno, los cuales se vuelven amenazantes. Si el cuadro progresa, pueden aparecer junto con las autorreferencias, ilusiones y alucinaciones que por lo general son de carácter auditivo: hablan de su ejecución o de su familia (“vamos a buscarte”). Más raramente pueden aparecer alucinaciones olfativas y/o gustativas (que en realidad no pueden ser claramente distinguidas de las ideas de envenenamiento). Muchas veces aparecen vivencias hipocondríacas e incluso ideas de influencia corporal, pero el síndrome de influencia externo no es tan acusado como el de la «parafrenia afectiva». Por otro lado, las ideas hipocondríacas aparecen aquí en medio de una angustia abrumadora, hecho que las diferencia de aquellas que se presentan en la “depresión hipocondríaca”. Pueden, asimismo, presentarse ideas de extrañamiento, inferioridad o autorreproches, e incluso ideas de pecado, que, a diferencia de las observadas en la depresión paranoide, se presentan en el contexto de un cuadro psicótico francamente polimorfo. En general, la psicosis de angustia-paranoide cursa con un componente motor de acinesia. Cuando se acompañan de formas motoras o confusas excitadas, entonces remedan un “estado mixto” de psicosis maníaco-depresiva (pero con el transcurso del 163

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