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Psicoterapia individual basada en la mentalización y el apego para pacientes TLP - Cap 1 - D Cohen

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El TLP es una patología severa caracterizada por impulsividad, inestabilidad afectiva, dificultades en las relaciones interpersonales e identidad poco integrada, afecta aproximadamente entre el 1-1.5 % de la población. La mentalización es un paradigma y constructo psicobiológico que se define como la capacidad para comprender los estados mentales en uno mismo y los demás. Las experiencias mentales son transformadas mediante procesos de simbolización en creencias, deseos, fantasías, pensamientos y representaciones mentales simbolizadas. La mentalización comprende un largo proceso de desarrollo que ocurre por etapas. Uno de ellos, fundamental para lograr niveles saludables de mentalización es el apego, proceso mediante el cual inicialmente el niño y la madre interactúan para lograr un estado de confianza y seguridad física. Los futuros pacientes límites no logran desarrollar adecuadamente estos procesos por déficits biológicos y por las propias dificultades reflexivas de los padres. Se diferencia la mentalización de procesos similares. La mentalización es un concepto amplio que abarca estos procesos y permite generar una identidad coherente, un sentido robusto de sí mismo y una adecuada comprensión de la mente de los otros, no se trata de un proceso presente o ausente en forma completa, se presenta en grados como un continuo que puede ser evaluado clínicamente y mediante escalas. La mente se origina en parte desde afuera (cuidador-madre) hacia adentro (internalización de figuras de apego confiables). El niño lentamente debe poder verse reflejado en la mente de la madre mediante la confianza en los cuidados brindados y la información.

D Cohen

D Cohen // Psicoterapia individual basada en la mentalización y el apego para pacientes con trastorno límite de la personalidad lización externa) en lugar de estar centrado en sus propias acciones. El acercamiento físico de la madre para proveer confort al niño (estímulo táctil) se complementa mediante la comunicación emocional que facilita ulteriores representaciones emocionales en el sí mismo infantil denominado por Fonagy sí mismo centra (Figura 1). Más arriba hice referencia al proceso de espejamiento considerado por Winnicott y Fonagy como mecanismo central para facilitar el “etiquetado” de afectos en la generación de representaciones mentales (ver más adelante este concepto). Si los procesos de especularidad son pobres, incongruentes o las emociones resultan escasamente marcadas, el sí mismo del niño se va conformando de forma débil y fragmentada y la capacidad para mentalizar los estados emocionales se ve limitada. Se generan las bases para controlar impulsos y emociones (algo muy frecuente en los trastornos de la personalidad). Apego: aquello que resulta único de la Figura 1. Representación esquemática formación del sí mismo RF: función reflexiva (ver más adelante). 20

mente humana, es que logra aprender acerca del mundo externo (en especial el mundo social y afectivo) a través de la subjetividad de otro (34, 35). Implica que necesitamos objetos que nos enseñen acerca del mundo al mismo tiempo que brinden seguridad física debido a la evidente inmadurez inicial de nuestra especie. El apego es un vínculo fundamental de base psicobiológica con la finalidad de brindar seguridad y supervivencia al infante de por sí indefenso. Desde el punto de vista etológico es resultado de un conjunto de pautas de conducta características (preprogramadas) que se desarrollan durante los primeros meses cuyo efecto es mantener al niño en proximidad con su madre para lograr amparo y cuidado frente a la indefensión y natural dependencia del bebé hacia la madre (u otro cuidador sustituto). Resulta importante remarcar que, durante los meses iniciales de vida del niño, el apego es el resultado del contacto y la proximidad física de la díada cuidador - niño. Bowlby, uno de los pioneros en la formulación de la teoría del apego, señala los siguientes conceptos y características acerca de apego (41-46). 1. El infante necesita un vínculo “inquebrantable” y “seguro” (al menos durante ciertas etapas) hacia la figura de apego, por lo general la madre. El niño que no ha logrado esta seguridad se encuentra en un estado de deprivación afectiva parcial y puede originar excesiva demanda de amor o deseo de venganza, culpa y depresión. Si la depravación resulta más profunda, el niño puede mostrarse hipoactivo, pasivo y mostrar evidencias de retraso en la maduración. 2. Sistematizó las respuestas del niño frente a las fallas en el apego como una serie de manifestaciones conductuales reactivas a la separación que denominó fases: protesta → desesperación → desapego. La fase de protesta comienza cuando el infante percibe la amenaza de separación por parte del objeto de apego, Bowlby describió que el niño puede presentar las siguientes conductas: llanto, enojo y búsqueda intensa del cuidador. Puede durar hasta una semana y agravarse por las noches. La segunda fase, denominada desesperación, se manifiesta por disminución de la actividad motora, llanto intermitente, el niño se aparte de otros pares o se torna hostil hacia ellos, comenzando a experimentar duelo por la pérdida. La última fase estudiada por Bowlby es la de desapego: hay un acercamiento inconstante hacia el objeto, un retorno paulatino hacia la sociabilidad, el niño ya no rechaza el ofrecimiento de cuidado por parte de la posible figura de apego, pero puede ocurrir que la conducta del niño hacia la madre sea permanentemente anormal (por ejemplo, no reconocerla). El desapego puede alternan con conductas de aferramiento con la finalidad de anticiparse o evitar abandonos futuros. Para Bowlby, en el apego más importante que el vínculo con la madre, es la necesidad corporal de cercanía, un intenso deseo de proximidad física. Luego el nivel corporal va mutando hacia componentes con mayor significado psicosocial que genera mayor acceso a las emociones y al estado de ser. El apego, permite que el infante supere dos estados fundamentales de estrés: no sentirse protegido y observarse alejado corporalmente de la figura que otorga protección. El apego seguro permite que el niño pueda lograr conductas exploratorias alejándose de la madre, pero reconociendo que puede retornar a ella en momentos de distrés, esto se enmarca dentro del concepto 21

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