D Cohen // Psicoterapia individual basada en la mentalización y el apego para pacientes con trastorno límite de la personalidad diferentes capacidades de mentalización. Relacioné el nivel de estrés con estrategias de hiperactivación o hipoactivación de los vínculos que tienen como base el apego y describí una forma de evaluar la capacidad de mentalización y la operacionalización para realizar investigación mediante la escala RF, en el capítulo ofrecí varios ejemplos de fallas en la mentalización. En este capítulo me voy a referir a las distintas dimensiones de la mentalización que permiten al clínico tener una idea general acerca del predominio de orientación de la mentalización en pacientes límite. Estos procesos son tres modalidades básicas de mentalización normales hasta aproximadamente los 4 años. Los pacientes límite permanecen sufren regresiones dependientes del contexto o las relaciones hacia esas formas de mentalización, de acuerdo con las investigaciones comparadas respecto del grupo control y la experiencia clínica (1-3). Dimensiones de la mentalización Mentalización automática (implícita) y controlada (explícita): la modalidad automática es de procesamiento rápido de la información socio-afectiva por circuitos cerebrales en paralelo, no consciente, mediada por reflejos, requiere menos esfuerzo, puede estar sujeta a “errores” en especial frente a situaciones de estrés o en interacciones interpersonales complejas frecuentes en el TLP. En la interacción diaria, normalmente predomina la forma automática ya que no estamos en forma constante reflexionando acerca de nuestras acciones y las de aquellos con quienes interactuamos ya que supondría un gran gasto de energía del sistema cerebro-mente. De alguna manera representa un ahorro de “energía” mental ya que el cerebro tiende a operar por defecto (4). Esta modalidad, facilita la relación de apego y el origen de un sentimiento de bienestar (5), ya que relaja el sistema de mentalización y evita la hipermentalización (mentalización innecesaria y poco precisa). Debané et al., (6) consideran que, usada en forma flexible, esta forma de mentalización resulta particularmente útil para facilitar el apego seguro, ya que favorece la confianza en la relación, denominan “flexibilidad adaptativa” a la posibilidad de cambio entre las diferentes modalidades. Sin embargo, si el funcionamiento mental del paciente predomina en modo automático, pueden surgir dificultades en la mentalización, ya que se puede representar al sí mismo y el otro de manera muy simple, superficial y distorsionada (en síntesis, poco reflexiva y frecuente en pacientes límite). La mentalización controlada, es consciente, verbal y reflexiva, requiere atención y consciencia activa, comprende la capacidad de realizar atribuciones relativamente precisas acerca de emociones, pensamientos e intenciones de la propia persona y de los otros. Se apoya en procesos verbales y mecanismos denominados “control de esfuerzo” que significan la capacidad de diferir la descarga y disminuir la conducta impulsiva (7, 8). Resulta importante añadir que las situaciones de estrés facilitan la mentalización automática, ya que se inhiben los circuitos neuronales que procesan la mentalización controlada (9). En el TLP, por ejemplo, en dichas situaciones de activación la modalidad automática facilita las impresiones esquemáticas y estereotipadas acerca de los otros. Desde el punto de vista clínico, resulta importante entender que en el curso de una psicoterapia en pacientes TLP, cuando el procesamiento predomina en modalidad au- 38
tomática y el nivel de activación es elevado, la capacidad para mentalizar se ve alterada y el abordaje verbal de la terapia no tendrá resonancia y efecto en el paciente ya que su capacidad para pensar (aunque sea temporalmente) disminuye, en estos casos resulta importante como mencionan Allen et al., “presionar el botón de pausa y rebobinar” (10). Por otra parte, las intervenciones terapéuticas que incluyan clarificaciones y confrontaciones, se basan en cierta capacidad preservada de mentalización controlada. En síntesis, niveles altos de estrés y activación conducen al paciente de una modalidad controlada hacia la modalidad automática, esto puede ocurrir con frecuencia en el TLP ya sea que se encuentren en una descompensación o cuando las intervenciones del terapeuta en el tratamiento inicial desencadenan estados mentales intolerables, de allí se concluye en la importancia de la evaluación de la capacidad de mentalización en cada paciente (Gráfico 1). Modalidad basada en la mentalización interna-externa, de sí mismo y los otros: marco teórico-clínico La mentalización focalizada en el interior refiere a procesos mentales centrados en uno mismo, mientras que la mentalización externa se focaliza en procesos y estados mentales que se apoyan en los aspectos físicos y visibles, de los otros. Resulta importante para una evaluación la manera en que ciertos pacientes limítrofes son exquisitamente Gráfico 1. Respuesta de los sistemas corticales al estrés (Ref. 9) Desde la mentalización a la respuesta al estrés 39
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