Relevancia de la dieta como principal modulador de la microbiota intestinal y el impacto de los diferentes patrones de alimentación. Guadalupe Benavidez
El objetivo de este artículo fue realizar una revisión sobre el efecto de la dieta en la composición del microbioma intestinal y profundizar sobre las principales estrategias para su modulación, debido a que la microbiota intestinal es considerada uno elemento accionable clave que puede contribuir a la salud. Pareciera ser indudable que los potenciales efectos tanto beneficiosos como perjudiciales de los diferentes tipos de dietas, están mediados por ella.
Este ecosistema intestinal tiene una gran plasticidad y la dieta cumple un rol esencial y prioritario en ese sentido, ya que optar por una alimentación saludable, sostenible y de calidad brinda la oportunidad de modificar su composición y favorecer la salud tanto intestinal como global.
Uno de los patrones de alimentación más estudiados y que cuenta con el mayor grado de evidencia sobre la modulación positiva del ecosistema intestinal es el patrón de dieta mediterráneo tradicional.
Los cambios abruptos en el estilo de vida moderno producto de la urbanización han llevado a modificar de manera drástica la manera de alimentarse. Como consecuencia, la dieta resulta monótona, poco diversa, con una escasa cantidad de alimentos frescos y microorganismos vivos y muchas veces con un mayor aporte de productos listos para consumir, de alimentos empaquetados cargados de azúcares, sal, grasas de mala calidad y desprovistos de fibra y proteínas, lo que se correlaciona con una microbiota intestinal empobrecida, poco diversa y en disbiosis.