Historia de la Psiquiatría René Spitz: el hospitalismo Dr. Fabián Allegro Médico. Especialista en Psiquiatría. Doctor en Filosofía. Presidente de la Sociedad Argentina de Psicopatología de la Asociación Médica Argentina. Adjunto de la Cátedra Escuela Francesa II de la Facultad de Psicología, UBA. Jefe de Trabajos Prácticos de las materias Salud Mental y Psiquiatría de la Facultad de Medicina, UBA. Coautor del Código de Ética de la Asociación Médica Argentina. René Árpád Spitz nació en Viena en 1887, fue un médico austríaco-americano dedicado a la psiquiatría y al psicoanálisis. Su infancia transcurrió en Hungría. Estudió medicina y cuando se recibió se entregó a la lectura de las obras de Freud. En 1932 vivió en Paris y enseñó psicoanálisis en la École Normale Supérieure. Luego emigró a los Estados Unidos donde trabajó como psiquiatra en el hospital Monte Sinaí desde 1940 hasta 1943. Posteriormente se estableció en Colorado. Spitz basó sus ideas en la investigación empírica de la infancia a partir de las ideas freudianas y posfreudianas. Sin duda, fue uno de los principales exponentes en la investigación del desarrollo emocional del niño. Sus principales trabajos estuvieron centrados en el estudio de la relación entre el niño y la madre. Contribuyó asiduamente con la revista The Psychoanalytic Study of the Child, fundada por Anna Freud, Ernst Kris y Heinz Hartmann. Publicó diversos libros y artículos; los más importantes son: En 1945 Hospitalism, An Inquiry Into the Genesis of Psychiatric Conditions in Early Childhood. En 1951, The Psychogenic Diseases in Infancy, An Attempt at their Etiologic Classification. En 1957, No and yes: on the genesis of human communication. En 1965, The first year of life: a psychoanalytic study of normal and deviant development of object relations. En 1964, The derailment of dialogue: Stimulus overload, action cycles, and the completion gradien. Uno de sus principales estudios se concentra sobre lo que denominó: hospitalismo, y consiste en el trastorno que se produce en niños recién nacidos que -en esa época- eran internados en un hospital y dejados al cuidado exclusivo de la institución y, por lo tanto, privados de todo contacto materno. Ésto fue descripto por Spitz en su trabajo de1945: Hospitalism, An Inquiry Into the Genesis of Psychiatric Conditions in Early Childhood, publicado en Psychoanalytic Study of the Child (1945;1:53- 74). El escrito está encabezado por una frase de un obispo español del año 1760: En la Casa de Niños Expósitos el niño se va poniendo triste y muchos de ellos mueren de tristeza. Efectivamente, esta observación - de la que quedaron muchas anotacionesera un problema que se intuía pero nunca se lo había estudiado. Se cuenta que en el siglo XIII Federico II Hohenstaufen emperador del Imperio Romano Germánico, en su interés experimental por establecer algunas particularidades de las bases del desarrollo, llevó a una treintena de recién nacidos a ser recluidos en una sala. Ordenó que los enfermeros y cuidadores de los niños no debían hablarles ni expresarles ningún tipo de afecto, todos ellos murieron en los primeros años. Los niños abandonados en instituciones padecen una serie de perturbaciones somáticas y psicológicas que Spitz jerarquizó por su importancia patógena, en particular a los que están privados de su madre y quedan arrojados a un cuidado anónimo y sin deseo. Hay perturbaciones del desarrollo, de la comunicación, del lenguaje, del la locomoción, de la nutrición, etcétera. Incipe, parve puer, risu cognoscere matrem, [Comienza pequeño niño con una sonrisa a reconocer a tu madre] este verso de Virgilio de las Églogas puede muy bien resumir el centro en el cual ubica Spitz el eje del problema: la relación del niño con el semejante y, particularmente, la madre. El hospitalismo y la depresión anaclítica fueron expuestos en forma separada aunque pueden coincidir en algunas situaciones. En la deprivación afectiva los niños se tornan llorosos y exigentes al principio, luego se detiene el desarrollo y el peso. La depresión anaclítica puede ser reversible si se recupera el vínculo materno. Pero si la separación se prolonga comienza una desnutrición marásmica −que es una forma de caquexia− que termina en la muerte. En nuestro ámbito, Florencio Escardó impuso en su sala del Hospital de Niños, que cada niño que ingresaba debía ser internado junto con su madre para asegurar el contacto materno filial. Esta medida fue totalmente exitosa y se sigue manteniendo hasta nuestros días. Spitz descubrió que la madre es el mejor medio emocional para su hijo. Pero la madre puede mantener un mal contacto con su hijo, lo cual puede ser nocivo. Spitz describió los cuadros psicotóxicos infantiles provocados por una mala relación materno-filial. Estos cuadros se pueden sintetizar así: la repulsa primaria provoca coma en el recién nacido; la tolerancia angustiosa primaria produce el cólico del tercer mes; la hostilidad enmascarada por la angustia materna: el eczema infantil; la fluctuación: hipermotilidad; las oscilaciones del humor de la madre: juegos fecales; hostilidad compensada conscientemente: hipertimia agresiva; privación emocional parcial: depresión anaclítica; privación emocional completa: marasmo y muerte. Debido a los estudios de Spitz la atención de recién nacidos en las instituciones y en las maternidades se modificó radicalmente. René Spitz murió en Denver, en 1974. 30 // EDITORIAL SCIENS
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