Update en Ginecología y Obstetricia 1:1, Marzo de 2024 que los profesionales de la salud pueden también desconocer los tratamientos actuales, las dosis recomendadas o prescribir un tratamiento poco eficaz e insuficiente (4). La terapia hormonal adecuada durante la menopausia tiene efectos favorables sobre el aparato genitourinario, como así también puede llegar a disminuir la progresión de la aterosclerosis, la enfermedad coronaria y mortalidad por todas las causas en mujeres menores de 60 años y dentro de los 10 años de iniciada la menopausia (5-7). Enfoque terapéutico El tratamiento dependerá de los síntomas y signos así como de la gravedad y afectación de la calidad de vida de la mujer; a continuación se presentan las opciones disponibles. Tratamiento no hormonal Modificación del estilo de vida Los factores de riesgo modificables que aceleran la disminución de estrógeno son el tabaquismo, sedentarismo, sobrepeso y obesidad (1, 4). El tabaquismo produce un aumento del metabolismo estrogénico, y se asocia con un aumento en la atrofia vaginal ya que conlleva al descenso de la vascularización genitourinaria, afectando funciones celulares como la proliferación y la apoptosis (4, 5). Un índice de masa corporal superior a 27 kg/ m 2 junto con el sedentarismo se asocian a mayor riesgo de síntomas vaginales, ya que disminuye la irrigación vascular en el área genitourinaria; a su vez realizar actividad física en forma regular contribuye al equilibrio hormonal (4). En los casos de incontinencia urinaria en mujeres postmenopáusicas está indicada la rehabilitación del piso pélvico, no solo porque mejora los síntomas asociados, sino que además se observa un impacto positivo en la ejecución de las actividades diarias, en la función sexual y en la calidad de vida en general (6). Hidratantes y lubricantes Los hidratantes y lubricantes representan la primera línea de tratamiento para el SGUM en mujeres con sequedad vaginal leve o moderada. Se recomiendan en los casos en que los estrógenos vaginales están contraindicados o la mujer elige no usarlos (4-6). Los hidratantes vaginales reemplazan las secreciones vaginales normales y resultan más efectivos que los lubricantes para aliviar los síntomas del SGUM pero se requiere su uso continuo (7). Los lubricantes vaginales se utilizan para disminuir el dolor causado por la fricción durante las relaciones sexuales (8), pero solo brindan un alivio temporal, ya que no se observa mejoría de la humedad vaginal a largo plazo (5). La mayoría de los hidratantes y lubricantes son hiperosmolares; esta característica se encuentra asociada con toxicidad que conduce al daño celular epitelial y a la destrucción de lactobacilos, por lo cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda emplear solo aquellos que presenten una osmolaridad inferior a 1.200 mOsm/ kg (7, 8). Ácido hialurónico Es un glicosaminoglicano constituido por residuos de ácido glucurónico y N-acetilglucosamina. Los glicosaminoglicanos tienen la propiedad de atraer grandes cantidades de sodio y agua, aumentando la turgencia de la matriz extracelular, de esta manera mejoran la sequedad vaginal y la dispareunia sin irritar la mucosa vaginal y favoreciendo la reparación tisular. Si bien, el ácido hialurónico utilizado dos veces por semana en dosis de 5 mg/día por vía intravaginal reduce la sequedad vaginal, al momento no hay suficiente evidencia de que otros productos que contengan ácido hialurónico tengan mayor beneficio que los hidratantes o lubricantes (9). Triticum vulgare El extracto acuoso de Triticum vulgare disminuye los signos y síntomas de la atrofia vaginal en mujeres postmenopáusicas, demostrando actividad regenerativa, antiinflamatoria y antioxidante. Puede ser utilizado una vez al día durante dos semanas en dosis de 600 mg como óvulos, en crema o gel vaginal al 20% (7). El uso de otro tipo de sustancias como aloe vera, caléndula, té verde, manzanilla, aceites o vaselina no registran suficiente evidencia para recomendarlos como tratamiento del SGUM (7, 8). Vitaminas La insuficiencia de vitamina D se encuentra asociada con las alteraciones del suelo pélvico y con la disminución del epitelio vaginal. La vitamina D en altas dosis orales o en óvulos vaginales actúa sobre las células epiteliales vaginales produciendo la disminución del pH vaginal (9, 10). Por otra parte, la administración local vaginal de vitamina E tiene importantes efectos en la regeneración de los tejidos. Cuando es utilizada en altas dosis y por tiempo prolongado, produce el alivio en al menos la mitad de las heridas vulvo-vaginales que están relacionadas con la edad. El uso diario de un óvulo vaginal de vitamina E, en dosis de 100 – 400 UI, mejora la dispareunia y la sequedad vaginal debido a su efecto hidratante y suavizante sobre el epitelio vaginal, y por sus efectos analgésicos ya que incrementa la producción de opioides internos (10-12). Láser La utilización del láser para el tratamiento del SGUM ha sido probada en ensayos clínicos controlados y aleatorizados donde se observó la mejoría de la vascularización de la mucosa vaginal, inducción a la síntesis de colágeno, engrosamiento del epitelio y restablecimiento del equilibrio en la mucosa va- EDITORIAL SCIENS // 5
Natalia Silvana Araoz Olivos ginal; su uso cada vez es más frecuente (13-16). Probióticos Radiofrecuencia La radiofrecuencia transcutánea con control de temperatura resulta segura, tolerable y eficaz. Esta recomendada en el tratamiento de la vaginitis atrófica, la disfunción orgásmica y la incontinencia urinaria de esfuerzo (16). Policresuleno Es un ácido orgánico con efecto queratoplástico que promueve el desbridamiento químico selectivo de tejido dañado, sin producir alteraciones en el tejido sano; además promueve la regeneración tisular y el proceso de reepitelización, tiene además propiedades astringentes y antimicrobianas (8). Los probióticos mantienen la microbiota vaginal normal ya que producen ácido láctico y reducen el pH intravaginal a valores de rango 3,5 a 4,5. Estos lactobacilos representan una terapia adyuvante para la restauración de la flora vaginal, reduciendo la frecuencia de recaídas de las infecciones del tracto urinario en mujeres postmenopáusicas, además de contribuir al alivio más rápido de los síntomas del SGUM (8). Tratamiento Hormonal Cuando las mujeres persisten con síntomas del SGUM a pesar de utilizar humectantes y lubricantes, se debe recurrir al tratamiento hormonal iniciando con estrógenos vaginales a bajas dosis, antes de la administración de estrógenos sistémi- Figura 1 Estructura química del labetalol SGUM Síntomas: dispaurenia y/o sequedad vaginal No presenta Sin síntomas vasomotores Con síntomas vasomotores Prevención de factores de riesgo (tabaquismo, sobrepeso, sedentarismo) Síntomas leves Síntomas moderados a intensos Tratamiento hormonal sistémico bajas dosis Si está contraindicado Hidratantes y lubricantes Hidratantes y lubricantes Tratamiento hormonal local No mejora Tratamiento no hormonal Si está contraindicado Asociar otro tratamiento Tratamiento no hormonal Ospemifeno o láser Ospemifeno 6 // EDITORIAL SCIENS
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