Views
5 years ago

Urgencias 5 - Episodios agudos en psicosis orgánicas crónicas

  • Text
  • Vascular
  • Parkinson
  • Psicosis
  • Sensitivo
  • Estacion
  • Dermatozoos
  • Cronicas
Urgencias en psiquiatía 5 - Episodios agudos en psicosis orgánicas crónicas

MNC Derito // Brote

MNC Derito // Brote en las catatonias crónicas facies perpleja, continuas murmuraciones ininteligibles, al acercar el oído escuchamos que repetía frases como – “hay que hacer los mandados”- y otras cuestiones caseras que repetía estereotipadamente. Obedecía todas las órdenes que se le daban sin cuestionamientos. Exploramos los fenómenos de contrapresión y de acompañamiento y estaban plenamente presentes. Era una catatonia proscinética. En la casa no tomaba ninguna medicación, se intentó con antipsicóticos sedativos (en aquella época el único atípico era la clozapina), pero el cuadro no se modificó en absoluto. No retenía esfínteres, y no hubo solución. La paciente quedó internada con rehabilitación enfocada a responder a sus necesidades en el lugar adecuado. F. Catatonia negativista Lo esencial de este cuadro es el negativismo. Leonhard atribuye este síntoma a un grosero déficit de la motilidad voluntaria. Lo que me he preguntado es en qué sentido se produce este déficit y qué papel juegan los movimientos involuntarios en este caso. Como en el caso de la proscinesia, la voluntad no interviene, el impulso es a negarse, a oponerse a toda sugerencia. Aquí los movimientos reactivos no están simplemente abolidos (lo que implicaría una acinesia). Aquí, los movimientos reactivos y también los expresivos, parecerían estar “prohibidos”, por así decirlo, aunque lo correcto sería decir que están inhibidos sin intervención de la voluntad. El paciente por momentos da la impresión de querer responder al ambiente, pero algo mucho más fuerte que su voluntad impide activamente que lo involuntario se manifieste. Este fenómeno se debe manejar a un nivel subcortical y quizá sea la exageración morbosa de muchas ambivalencias que se observan cotidianamente en el quehacer normal y cotidiano, como cuando nos oponemos a alguna sugerencia, sin haber reflexionado el motivo de nuestra negativa, nos negamos por impulso, no por decisión. Probablemente instintos primitivos de conservación, nos llevan a consentir en realizar, u oponernos, a actos sugeridos por el ambiente sin pensarlo, arrastrados por un impulso ajeno a la voluntad. El cuadro puede comenzar insidiosamente, aunque también puede darse en forma un poco más abrupta. Al comienzo, si es leve puede que la única señal sea que el paciente mire desinteresadamente hacia otro lado cuando el médico le habla. En la Tabla 15 encontamos el conjunto de síntomas que, en general se pueden enumerar. Brotes Como hemos visto en la descripción de los síntomas, estos pacientes pueden presentar cuadros de excitación que duran poco tiempo. En realidad se trata de un impulso imprevisto durante el que pueden disparar una conducta heteroagresiva inexplicable. Por ejemplo pararse, comenzar a correr y romper un vidrio, pueden golpear a cualquier persona que pasa a su lado, quitarle cualquier objeto a otra persona y tirarlo (no es en afán de posesión del objeto, es un impulso en el deviene, un movimiento reactivo). Pasado el acto, vuelven a la posición de la que partieron, como si nada hubiera pasado. En otros casos el brote se expresa con un EDITORIAL SCIENS 43

NMC Derito // Urgencias en psiquiatría. Episodios agudos en psicosis orgánicas crónicas aumento del negativismo habitual, como si estuvieran más irritados, en ocasiones el negativismo se expresa como negación a alimentarse, lo que se convierte en una TABLA 15 Síntomas de la catatonia negativista Cuando se le dirige la palabra, el paciente vuelve la cabeza para mirar hacia otro lado, o bien la baja, mirando hacia abajo, como escapando del interlocutor, pero no se levanta ni se marcha del lugar, se queda y prosigue con la conducta oposicionista. La facies al principio no deja traslucir ninguna expresión; la impresión que uno recibe es de que algo piensan o sienten, pero para el interlocutor es impenetrable, a medida que se insiste en querer hablar, se torna en una expresión de desagrado, hasta de irritación. Si se les extiende la mano no la toman, incluso pueden hacer el gesto de apartar su mano. Cuando se les da una orden (por ejemplo de parase o caminar), no se mueven. Si se irrita aparece un franco oposicionismo. Si el médico intenta pararlos, hacen fuerza para permanecer sentados y viceversa si están parados, hacen presión para no sentarse. Al hablarles, no conforme con dar vuelta la cabeza, la acompañan con el tronco, tratando de ponerse en una posición contraria al interlocutor. Si se le toma la mano la retira, si se le toma la mano con firmeza y se tira hacia un lado, uno sentirá como el paciente hace fuerza hacia el lado contrario. Inesperadamente puede aparecer un acto impulsivo en el que intenta escapar y golpear, pero en los casos vistos esta conducta no ha sido frecuente. En casos leves conservan el habla, responden a preguntas sencillas y el oposicionismo aparece con las preguntas complejas. En casos graves las pacientes permanecen en mutismo. A veces salen inesperadamente del silencio para hacer alguna observación, en cuanto se trata de establecer una comunicación vuelven al mutismo. Automatismo de impulso sucede cuando se ejerce sobre ellos una presión, y esta actúa como disparador de un movimiento, en este caso oponiéndose al sentido en el que se ejerció la presión. Acciones impulsivas son inesperadas e impredecibles, están tranquilos y abruptamente aparece un cuadro de excitación, corren, rompen un vidrio, le quitan la comida a otro paciente, golpean a alguien que pasa por el lugar y rápidamente vuelven a la posición tranquila que tenían. La afectividad se pierde ampliamente. 44

Biblioteca

Av. García del Río 2585 Piso 12 A - C.A.B.A
+54 11 2092 1646 | info@sciens.com.ar

Editorial Sciens, Todos los Derechos Reservados 2015